y es la mejor de las opciones.
Primeros fríos del otoño,
cielos grises,
mediodías de sol...
y sólo
comer chocolate.
No hablar contigo
ni cenar contigo
ni follar contigo.
Tú no eres una opción.
Ya
nunca son los otros
las opciones.
Y no hay
maldita lluvia
que lo enturbie.